Cuesta mucho reír, basta un tren para llorar
Viajo en el tren correo, nena,
no puedo comprarme una emoción.
He estado levantado toda la noche, nena,
apoyado en el alféizar de la ventana.
Bien, si me muero
en la cima de la colina
y si no tengo éxito
ya sabes que mi chica lo tendrá.
¿No tiene la luna buen aspecto, chica,
brillando a través de los árboles?
¿No tiene el guardafrenos buen aspecto, chica,
mientras hace al “doble E” la señal para que pare?
¿No tiene el sol buen aspecto
mientras cae sobre el mar?
Pero, ¿no tiene mi chica un aspecto maravilloso
cuando va tras de mí?
Ahora está llegando el invierno,
las ventanas están llenas de escarcha.
Fui a decírselo a todo el mundo,
pero no pude conseguirlo.
Quiero ser tu amante, muchacha,
no quiero ser tu dueño.
No digas que no te avisé
cuando tu tren se pierda.
No hay comentarios:
Publicar un comentario