No lo pienses dos veces, está bien
Pero de nada sirve sentarse y preguntarse por qué, nena,
incluso si no sabes el porqué,
y de nada sirve sentarse y preguntarse por qué, nena,
incluso si no lo has hecho nunca;
cuando tu gallo cante al despuntar el alba
mira por la ventana y me habré ido,
tú eres la razón de que siga viajando,
pero no lo pienses dos veces, está bien.
Y de nada sirve que enciendas tu luz, nena,
la luz que nunca he conocido,
y de nada sirve que enciendas tu luz, nena,
estoy en el lado oscuro de la carretera;
pero deseo que hubiera algo que dijeras o hicieras
para intentar que cambiara de idea y me quedara,
de todas formas nunca hablamos demasiado,
pero que no lo pienses dos veces, está bien.
Así que de nada sirve que grites mi nombre, nena,
como nunca antes lo hiciste,
de nada sirve que grites mi nombre, nena
no puedo oírte más;
voy pensando y preguntándome carretera abajo,
que una vez amé a una mujer, una niña se me dijo,
yo le había dado mi corazón, pero ella quería mi alma,
pero no lo pienses dos veces, está bien.
Adiós querida chica,
a dónde me dirijo, no puedo decirlo
pero adiós es una palabra demasiado buena, nena,
así que sólo te diré que te vaya bien;
no estoy diciendo que me trataras mal
podías haberlo hecho mejor, pero no me importa,
digamos que malgastaste mi precioso tiempo
pero no lo pienses dos veces, está bien.
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